En más de una ocasión nos habéis preguntado sobre este tema y aquí os dejamos unos trucos para la convivencia en un mismo hogar de estas dos especies.
Con buen manejo, tranquilidad y minimizando el estrés pueden vivir en armonía, incluso la mayoría de nuestros clientes nos comentan que no solo se llevan bien si no que son grandes amigos.
- Cachorros: recomendamos que la introducción del nuevo inquilino sea un cachorrito o gatito para que se adapte mejor. Lo ideal es que ambos se conozcan siendo cachorros, ya que no han tenido tiempo de vivir alguna mala experiencia con la otra especie. Por supuesto, también pueden conocerse siendo adulto, aunque habrá que dedicar más esfuerzo a su adaptación.
- Mantenlos separados al principio, uno en cada habitación y prémialos cuando estén relajados y desinteresados ante lo que pasa en el otro cuarto.
- Dale a cada uno un artículo del otro: ropa, un paño o toalla. Este artículo tendrá el olor del animal.
- Cuando se comporten más tranquilos, pueden intercambiar habitaciones. Pon el gato en la habitación del perro y viceversa. Los ayudará a adaptarse al aroma del otro y a compartir espacios.
- Abre la puerta. Lo ideal sería que colocaras una barrera de seguridad entre las dos habitaciones, así se podrán olfatear y entrar en contacto con el otro. Si no tienes una, colócate en el umbral. No permitas que ninguno interceda a la habitación del otro.
- Tomas de contacto en compañía: Quédate con ellos en una habitación neutral. Permite que el gato se acerque al perro bajo vigilancia, pero no dejes que el perro se acerque al gato, porque se asustará, echará a correr y tu cachorro ira raudo y veloz detrás de tu gato maximizando su estrés. No muestres preferencias ni pongas a uno por encima del otro, no cojas al gato mientras tu perrito está en el suelo por ejemplo.
- Normalmente es más estresante para tu gato así que es bueno que implantéis un programa de enriquecimiento ambiental felino en casa: más juguetes interactivos, rascadores, feromonas (Felyway), sitios altos donde él se sienta seguro….
- Premios: funcionan muy bien mientras se hacen amigos, sobretodo en el perro, anima a tu perrito a que deje que el gato se acueste con él, jugar juntos, caminar los dos persiguiéndote por casa…Cada vez que tu perro lo permita, dale una golosina, acarícialo o dile unas palabras cariñosas, refuerzo positivo para que sepa que estas encantad@ de que se lleve bien con tu gatito.
- Si no puedes supervisarlos todo el tiempo, deben estar separados hasta que regreses a casa.
- Normalmente a partir de las 8-10 semanas se produce la adaptación completa, así que no desesperes si tarda un poco en llegar la tranquilidad a casa =) .